MANU SIMA
Manu Sima es una artista visual brasileña que residió em Chile desde el 2016 hasta el 2020. En el país, fue co-curadora de la exposición de grabados “Sudaca”, que contó con una muestra bilateral, realizada en Chile y en Brasil en el año 2019, reuniendo grabadores chilenos y brasileños. Sus obras se materializan desde el campo del grabado, por el cual pasea y disfruta de técnicas como la xilografía, el linograbado, el grabado verde, la punta seca y las monotipias
Titulada en Artes Visuales por la Pontifícia Universidade Católica de Campinas y diplomada en Gestión Cultural por la Pontifícia Universidad Católica de Valparaíso, Manu Sima está de vuelta a Brasil desde el comienzo de la pandemia. Trabaja como tatuadora en Campinas, una de las grandes ciudades del estado de Sao Paulo. Su producción artística está concentrada en Itapira, su ciudad natal, donde transformó la antigua casa de su bisabuela en su taller. Allá, divide su tiempo entre experimentar con las técnicas de grabado y rascar la guata de sus gatos, mientras observa a los pájaros estirada en una amaca, disfrutando del calor brasileño.
URUBU
Cuando chica confundió un urubu, esa ave grande, negra y de cabeza pelada, que se alimenta de lo podrido, se nutre de la carne en putrefacción: dijo a su mamá que era una gallina negra.
Desde el día en el cual supo que no se trataba de una rara gallina negra, Manu Sima fue recolectando esas particularidades del Urubu. Casi todo lo que permea su existencia tiene algo de peculiar. El vuelo del Urubu, por ejemplo, es siempre fascinante: aletea poquísimo.
El nombre, URUBU, tiene raiz en el Tupi-Guarani – grande pájaro negro. Este ave que se encuentra solamente en América está dividido en 5 espécies, siendo el negro el más comúnmente visto en localidades urbanas. Son aves necrófagas, topo de cadena alimentaria, y una de sus mejores habilidades es reconocer y aprovechar las verdaderas carreteras aéreas de los aires calientes que suben en espirales. No es novedad que los practicantes de deportes como el paragliding observen a estos pájaros para identificar dónde están estas corrientes de aire caliente.
En esta serie de monotipias intervenidas con lápices de color y lápiz grafito, Manu Sima rescata el mistério y gracia del Urubu y su vuelo. Estos pájaros majestuosos, limpiadores y recicladores del medio ambiente, condenados a su fama de mal augurio, de sucios, cuando observados bajo la mirada del arte y de la naturaleza, dibujan formas áureas suspensos en el aire, flotan como si los vientos en realidad fueran agua del mar en remolino sinuoso.